1) No elegir experiencias que afectan a la flora y fauna local
En nuestras ansias por vivir nuevas experiencias a veces olvidamos que ciertas actividades impactan negativamente sobre el medio ambiente y la cultura que estamos conociendo. Viajar es también descubrir formas alternativas de disfrutar, las cuales no dejen rastros de nuestra presencia y nuestra experiencia. Puedes querer por ejemplo hacer actividades en la naturaleza, pero siempre piensa antes qué impacto tendrá dicha actividad en el lugar que estás conociendo.
Consejo: elige actividades de bajo impacto ambiental como senderismo, observación de aves en libertad, etc. En todos los casos respeta las señales de los senderos, trae tu basura contigo, sé silencioso, respeta la fauna local (por ejemplo toma precavida distancia de ellos, etc) y no elijas como souvenirs plantas o flores locales
2) No tomar fotografías a cualquier precio
La cámara fotográfica se ha convertido en uno de nuestros aliados del viaje. Y diría que en este tiempo en que la mayoría somos viajeros tecnológicos, la cámara de fotos no puede faltar en la mochila de mano. Sin embargo también nos hemos olvidado de algo esencial: sacamos nuestro móvil, enfocamos y guardamos en la memoria una situación exótica, un momento de nuestro viaje. ¿Pero qué sucede cuando en nuestras fotografías toman parte la gente local, sin saberlo y aún sin quererlo? Muchas veces los viajeros no comprendemos que el hecho de captar imágenes de la vida cotidiana sin respeto por la gente que vive en el lugar que estamos conociendo supone una violencia para dichas personas.
Consejo: toma todas las fotografías que quieras pero respeta también la vida privada de los locales. Si sientes que necesitas guardar una imagen para ti, puedes también solicitar el permiso de la persona a la cual quieres fotografiar. En algunos casos sé intuitivo: si percibes que alguien se ha sentido molesto al verte tomando fotografías guarda tu cámara o móvil por un momento y disfruta de un contacto distinto con la gente local
3) Interesarte en aprender una lengua local
Considero que el hecho de que el inglés sea un idioma global es una de las cosas positivas de nuestro siglo: poder comunicarte con gente de culturas tan diferentes y con historias de vida relativamente opuestas a la tuya no deja de ser inspirador. Sin embargo muchas veces se convierte en un problema, porque dejamos de aprender idiomas locales debido a que siempre encontraremos a alguien que sea nuestro traductor. No sólo no hacemos un pequeño esfuerzo de aprender la lengua de una región sino que también deseamos que en cada pequeña región del planeta todo el mundo hable inglés (o nuestra lengua materna).
Consejo: aprender algunas palabras mínimas de cada idioma de los países que visitas te permitirá también una experiencia diferente a la hora de relacionarte con los locales
4) No hacer actividades que contribuyen a que un lugar se convierta en un parque temático
Todos hemos soñado alguna vez con ver animales exóticos y tener experiencias con ellos. Pero recuerda que hay determinadas actividades en los cuales muchas especies animales son tratadas con el mínimo respeto posible. Un caso particular que se encuentra en la mira de los ecologistas es El Templo de los Tigres ubicado en Kanchanabur, Tailandia, en donde los felinos son expuestos ante los ojos de miles de turistas deseosos de tomarse fotografías y realizar prácticas extremas con ellos, sin comprender el impacto que estas actividades tienen sobre dicha especie.
Consejo: si eliges cumplir tu sueño y estar en contacto con fauna local elige tours en el cual puedas ver a los animales en su hábitat natural y en donde seas acompañado por biólogos, guías o guardafaunas que sepan respecto de los cuidados especiales ante dichas especies
5) No resistirse a probar sabores locales, y aprender de ellos.
Todos sabemos que la comida de casa es siempre la mejor, pero viajar también nos dota de una sensibilidad diferente a la hora de probar nuevas cosas. En Bulgaria por ejemplo he aprendido muchísimo sobre la comida de estación o seasonal food: en los pueblos del interior del país la alimentación sigue los ritmos de las estaciones, por lo cual en el mercado sólo encontrarás aquellas cosas que se producen en determinados momentos del año, lo cual habla de una relación más armónica que los seres humanos establecemos con el ambiente.
Consejo: investiga qué alimentos son típicos de cada lugar e incorpóralos a tu dieta mientras te encuentras de viaje. Así tendrás la posibilidad de aprender nuevas recetas y experimentarás una forma diferente de alimentarte, lo cual es también un modo de acceder a una cultura determinada. Deja los supermercados para cuando regreses a casa y disfruta de otros sabores
6) Adaptarte al ritmo de vida local
Muchísimas veces he sentido esta situación, por ejemplo esperando en una oficina de venta de billetes, en un supermercado, en un bar, y pensar que en todos los países la gente debe vivir a mi velocidad. Entonces comienzo a ponerme nerviosa ante la lentitud de los locales y mientras sigo esperando busco mis razones y pretextos para demostrar que todo podría ser más rápido. Muchos de los viajeros consumimos velocidad y sentimos que necesitamos tratos especiales. Esta postura impide sumergirnos en la verdadera cultura de un lugar, en el cual muchas veces la temporalidad de expresa de una forma diferente.
Consejo: quítate el reloj y practica la paciencia, el hecho de experimentar el tiempo de una manera diferente hará que también conozcas una cultura de una manera más íntima
7) No viajar pendiente del estado de las redes sociales
La tecnología y las redes sociales han revolucionado los modos en que viajamos. Los viajeros tecnológicos estamos siempre conectados. Antes de viajar chequeamos que nuestros hostels elegidos o nuestros hosts de couchsurfing tengan una buena conexión a internet, y la primera pregunta que formulamos una vez llegados a una nueva ciudad es ¿Tienes la clave wifi? No hay nada de malo en ello, pero a veces olvidamos que muchas cosas ocurren mientras nosotros estamos preocupados en subir las mejores fotografías (¡y lo digo por experiencia!)
Consejo: disfruta de esta nueva forma de viajar, pero toma también un tiempo para ti, apaga el ordenador y el móvil y déjate sorprender por una ciudad nueva. Guarda recuerdos en tu memoria, apaga tu música un segundo, descubre una ciudad con tus propios mapas y ábrete a una experiencia sin conexión.
8) Respetar el silencio de un lugar (ni disfrutar de su “banda sonora”)
A veces los viajeros destacamos demasiado. Cuando encuentro viajeros en pueblos silenciosos me doy cuenta de que somos todos demasiado ruidosos, que hablamos como si las calles fueran nuestras, y nos sumergimos en lugares perdidos hablando nuestras lenguas, escuchando nuestra música… ¿Cuántas veces habré perdido la verdadera esencia de un lugar por estar sumergida en un mundo que se parece demasiado a casa?
Consejo: respeta el silencio en los pequeños pueblos y las horas de descanso de sus habitantes. Practica caminar sin escuchar música. Déjate llevar por sonidos que te susurren historias de la vida local
9) No dejar huellas en el medio ambiente.
Ya sabes, te has ido de camping y has olvidado traer contigo tu basura, fumas y dejas tabaco en las calles o comes y no guardas los envoltorios contigo. Todos sabemos que el problema de la basura es un problema mundial y los viajeros podemos hacer mucho para colaborar con el medio ambiente.
Consejo: evita dejar rastros cuando visites lugares naturales. Lleva contigo una bolsa extra para guardar tu basura y regresarla a la ciudad. Investiga si la ciudad tiene sistema de recolección especial o reciclaje. No olvides utilizar los cestos de basura disponibles en una ciudad o guardar los restos de lo que consumes hasta encontrar el lugar apropiado para ellos
10) No analizar el mundo desde tus parámetros culturales
Viajar y conocer otras culturas y otras formas de vivir la vida es una de las mejores maneras de relativizar nuestras opiniones y puntos de vista. Sin embargo muchas veces es también un camino hacia lo contrario: pensar que el modo en que nosotros decidimos vivir es el correcto (algo relacionado con el etnocentrismo), y considerar por esto que otras culturas o personas deberían repetir nuestro modelo de vida. Esto genera no sólo una violencia respecto de una cultura local sino que también nos impide conocer en profundidad dicha cultura, incluyendo todas esas cosas que nos distancian de ellos.
Consejo: viaja en silencio y apaga por un segundo tus prejuicios. Presta atención a los detalles de la cultura que estarás a punto de conocer y sumérgete en ella sin pensar qué cosas son mejores o peores respecto de las tuyas. ¡Hónralas por el simple hecho de ser diferentes!
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