Damos un paseo por la capital de Suiza, una ciudad de hoy que baila entre el mañana y el ayer.
El casco histórico de Berna da motivos de sobra para quedarse, pero una vez vistas las fuentes, en especial “la del ogro que se come a los niños”, cuando hayamos visitado la casa donde Albert Einstein desarrolló la teoría de la relatividad y el Bundeshaus para comprobar la cercanía de los políticos suizos, que abren la puerta del Parlamento cada día, de lunes a sábado, la tendencia es salir fuera de la ciudad. Hay que cruzar el puente Nydegg para conocer a los osos de Berna en el Bären Park y continuar hasta el Rosengarten, desde donde se tiene la mejor vista del entramado medieval envuelto por el meandro del río Aar.
No te pierdas el jardín de las rosas en Berna
UNA EXPERIENCIA:
En el centro Paul Klee (abierto de martes a domingo de 10 a 17 h, entrada: 16 €) encontramos la recopilación más importante de obras del artista. Renzo Piano creó para albergarla un edificio a base de una serie de colinas de acero y vidrio que representan, según el arquitecto italiano, “el silencio que sugiere la obra de Klee”. Debido a la amplia colección,de más de 4.000 obras, estas se muestran de forma temática, en grupos de algo más de un centenar, por lo que cada visita al museo promete ser diferente. Para los niños, la sección Kindermuseum Creaviva ofrece un espacio para explorar la creatividad de la mano de artistas profesionales y educadores.
Renzo Piano creó este edificio para atesorar la obra de Paul Klee
UN RESTAURANTE:
El Kornhauskeller (desde 57 €) es todo un clásico. Fue granero y bodega antes que restaurante y su interior recuerda a una catedral. Tiene tres espacios diferenciados: un café, el lounge y un restaurante en el que sirven especialidades locales con toques mediterráneos.
Restaurante Kornhauskeller: un clásico en Berna
UN HOTEL:
Por sus vistas panorámicas de 360 grados desde la terraza a toda la encantadora Berna, y su spa, una excelente opción para reservar es el hotel Schweizerhof (HD: desde 297 €). Fue completamente renovado en 2012 con un nuevo diseño más contemporáneo y muy fashionistaque se fusiona a la perfección con el toque tradicional de antaño del que disfrutó Grace Kelly cuando se hospedó en él. Imprescindible una visita a su cigar lounge.
El lujo no caduca en el hotel Schweizerhof
Apenas si hay otra ciudad que logró conservar sus características históricas como Berna, la capital de Suiza. El casco antiguo de Berne es Patrimonio Mundial de la UNESCO, contando con 6 kilómetros de arcadas, las así llamadas "Lauben", uno de los paseos de compras más largos y protegidos contra la intemperie de Europa.
Vistas desde el hotel Schweizerhof en Berna
Visita obligada para muchos autobuses turísticos que cruzan Europa Central, el casco viejo de Berna, si bien puede ser recorrido sin gran detenimiento en unas horas, merece dedicarle más tiempo para disfrutar de su oferta cultural y de entretenimiento.
Caminar antes del anochecer por alguno de sus puentes, ver el reflejo de los rayos del sol en las aguas del Aare y tomar una bebida en alguna de las terrazas de las concurridas calles de la ciudad en las tardes de sol puede ser una buena excusa para hospedarse en alguno de los hoteles de las calles adoquinadas de la capital de Suiza.
Caminar antes del anochecer por alguno de sus puentes, ver el reflejo de los rayos del sol en las aguas del Aare y tomar una bebida en alguna de las terrazas de las concurridas calles de la ciudad en las tardes de sol puede ser una buena excusa para hospedarse en alguno de los hoteles de las calles adoquinadas de la capital de Suiza.
Berna fue fundada en 1191 y, según la leyenda, tomó su nombre del primer animal que cazó el fundador de la ciudad, Berchtold V von Zähringen, que fue un oso (Bär en alemán).
Desde entonces, la ciudad ha tenido una fascinación especial con los osos, y durante los últimos 500 años ha habido un foso de osos en el centro de la ciudad. Un nuevo y amplio parque fue inaugurado en 2009, donde podrás ver e estos animales heráldicos de la ciudad escalando, pescando y jugando en las orillas del río Aare.
Como capital federal de Suiza, Berna es sede del gobierno nacional, y una visita a la Casa del Parlamento es casi una obligación para cualquier persona interesada en la política.
Su ubicación también es ideal para realizar excursiones a los Alpes, al Oberland Bernés y al Mittelland.
Pero también vale la pena pasar un tiempo en Berna. Con sus excelentes restaurantes, bares y bodegas, actividades culturales, tiendas, boutique y una amplia variedad de entretenimiento, hay mucho que disfrutar en la capital suiza.
Si viajas Berna... no dejes de visitar los siguientes monumentos, iglesias, museos, parques...
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