Unos buenos días que en algunos lugares se ofrecen en pequeños cafés, en otros en los puestos callejeros de frutas, en las azoteas de los altos edificios, en los recovecos de un desaliñado mercado, en las esquinas inhóspitas de los bazares o en las salas glamourosas de los hoteles... Con el sol se despierta el apetito y con el apetito, abre los ojos la cultura.Cada día nace con perfumes diferentes en cada punto del planeta: a harina rehogada en la sartén, a naranja recién cortada, a granos de café molidos, a chocolate derretido, a leche cuajada... cada continente tiene su manera de saludar al sol y a grandes rasgos, echándole un ojo por encima a las cartas de amanecer en el mundo, éste es su recorrido culinario:
ORIENTE: despertar con las manos y los palillos.
En la zona sur de China, cuando el sol aún no se ha puesto, los trabajadores apuran su primer bocado a base de leche de soja y un you tiao (churro chino, traducido al castellano. Es una especie de porra madrileña pero mucho más fina). En las casas de Shangai, las mesas madrugadoras rompen el ayuno con sopas de algas, algún platillo de arroz y unas empanadillas rellenas de carne o verduras llamadas dim sum.
En Tailandia la costumbre es desayunar arroz con carne o pescado, o con un postre muy parecido a nuestro arroz con leche. Y en Singapur, al igual que en Malasia y otros lugares de Asia, aún late el recuerdo de los coffee shops, que fueron tan populares entre los años 30 y 50. La clientela de estos cafés solían ser emigrantes chinos que, lejos de sus familias, se acercaban a aquellos lugares situados en las esquinas de la calles, a tomar el primer bocado del día (muchos, se dice, acudían con el pijama todavía puesto). El camarero cantaba en voz alta las comandas que decían así: “tostada con grasa vegetal y azúcar, pan con crema deegg jam (una pasta elaborada con huevos, azúcar y leche de coco), huevos cocidos o pasados por agua, café con leche (con mucho azúcar), té o bebidas de malta”.
Los coffee shops se han convertido, hoy en día, en restaurantes fast food.
En Singapur se suele comenzar el día en las cantinas de los mercados y a base de kyu tiao(tiras largas de pasta enrolladas y fritas) y chye tau kwei (una especie de pastel de rábano rallado y harina de arroz), chu cheong fern (tortillas de harina de arroz cocidas al vapor, cortadas en tiras y acompañadas de soja, guindilla, aceite de sésamo y cebolletas picadas) ychee kwei (pastel de arroz con picadillo de carne).
Desayuno asiático: dim sum, empanadillas chinas
AMÉRICA: tradición y cultura.
América latina se despierta con chocolate y canela, café, frutas del día de las que se extraen deliciosos zumos, huevos, salchichas, arroces, frijoles... Cada zona, evidentemente, tiene sus propias costumbres.
En Argentina, los adultos saborean el primer mate, que acompañan con facturas, medialunas y pan con manteca. Los pequeños se atiborran de galletitas y pasteles rellenos de dulce de leche. Los colombianos, prefieren beber café con leche (al que llaman ‘perico’) y rompen el ayuno con arepas, buñuelos, tamales y algunos huevos con cebolla y tomate.
Tamales se comen también en Perú, que acompañan, como sus vecinos, de café con leche, además de huevos revueltos, chicharrones de cerdo (cerdo cocido que se sirve con salsa criolla) o pan con relleno (bollos de pan rellenos de algo parecido a una morcilla pero muy especiada). En la República Dominicana, el rey del desayuno es el mangú, es una especie de puré de plátanos verdes fritos con mantequilla y acompañados de huevo frito o un poco de bacón.
México desayuna copiosamente con huevos, elaborados de diversas maneras, frijoles y tortillas. También comen molletes con queso y dulces de la tierra. No falta el café, el chocolate y los zumos de temporada.
En Venezuela, el día comienza con arepas rellenas y café con leche. Los costarricensesprefieren hacerse un guiso al que llaman ‘gallo pinto’ (arroz con frijoles negros); mientras que en Bolivia rinden homenaje, a primera hora de la mañana, a uno de sus platos tradicionales, las salteñas: trocitos de pasta con forma ovalada, rellenas de carne, papas, huevos, pasas y aceitunas.
En Argentina se desayuna mate con medialunas
En Norteamérica, generalmente, el día comienza con huevos, patatas fritas, salchichas, bacón y un café americano. Sin embargo, en las grandes ciudades, como Nueva York, se lleva esto del brunch (de esa fusión entre el breakfast y el lunch), del desayuno tardío, que en muchas ocasiones hace del despertar un tributo a las culturas culinarias del mundo. Deliciosos son los domingos en China Town zampando dim sum sin parar, o en alguno de los muchos brunchs que se organizan por cada rincón de la urbe.
Las regiones costeras de Maryland, Delaware y Virginia son, en primavera y en otoño, lugar de celebración de los desayunos de cacería. Son al mediodía, después del madrugón y de la caza. Antigüamente, los señoritos del sur reponían fuerzas a base de ponche y de julepe de menta (un cóctel a base de bourbon, almíbar y ramitas de menta), que solían acompañar de jamón campestre al horno relleno de verduras, pollo y pan de maíz. Más tarde, estos bufés derivaron en cestas de pic-nic en las que se ponían canapés de berros, pepinos y tomates, panes, huevos a la diabla, pasteles caseros y pollo frito.
En Canadá, los desayunos suelen tener un aire inglés. Están compuestos de café o té, generalmente acompañados de pancakes con miel.
EUROPA: repostería fina y café con prisa.
Si hay un lugar en el mundo donde se rinda un verdadero homenaje al desayuno, éste es Inglaterra. Para los ingleses, la primera comida del día, es la más importante. Se suelen poner en la mesa cereales, té, huevos fritos o revueltos y pan tostado. En algunas ocasiones, a esos despertares se les añade bacón, tocino, panceta o salchichas asadas. Sus vecinos deEscocia también amanecen con un hambre voraz, que intentan saciar a base de unas gachas de avena, llamadas porridge, que se toman saladas y con leche. También gustan de acompañar la leche con salchichas, morcilla, tomates y champiñones asados, pan frito, pastelitos de patata (tattie) y, en ocasiones, scones, una especie de galletas que elaboran de cien maneras diferentes, dulces y saladas.
Copiosos son también los desayunos en Alemania, en los que nunca faltan los huevos, un montón de tipos de pan con mantequilla y mermelada, carnes frías, quesos, yogur, frutas, té, café, chocolate... En Austria disfrutan de un copioso almuerzo -llamado ‘gabelfrühstück’-, que sigue al primer café del día y que se suele tomarse en los coffee houses.
En los países escandinavos se pone sobre la mesa té ruso, huevos y carnes frías. Los italianos no esconden su pasión por el capuccino, que gustan de beber pequeñas tacitas, de pie en la barra y acompañado de algunas piezas de su impresionante repostería -como lassfogliatelle o los maravillosos genovesi, rellenos de ricotta-. En Francia se decantan por el café con leche en el que empapan sus célebres croissants. En Suecia suelen desayunarsmörgas (una rodaja de pan con mantequilla, queso, jamón y embutidos), un bol con yogur ofilmjörk (leche agria) y cereales.
¿Y en España? Los gustos van cambiando según el punto de la geografía donde te encuentres. Por lo general, se desayuna rápido y poco entre semana: café y algo dulce, o una tostada de pan con tomate y aceite de oliva virgen y espolvoreada de sal. A media mañana, a eso de las once, se completa el desayuno con un pincho de ibérico o de tortilla de patataque es, sin duda, la reina del desayuno. También son grandes protagonistas los churros, las porras, los cruasanes y, en algunas ocasiones, los sandwiches mixtos de jamón y queso.
En los últimos tiempos, sobre todo en Madrid y quizás por influencia neoyorquina, está creciendo la incipiente moda de dedicar la mañana de los fines de semana a disfrutar del brunch, que se sirve a partir de las diez y media de la mañana y que en un solo banquete, compuesto de copiosas y variadas viandas, engloba el desayuno y la comida.
ÁFRICA
En África, si hay fortuna de desayunar, -porque no hay que olvidar que romper el ayuno es cosa de afortunados-, suele ser con arroces y cereales. En una de las zonas más ricas del continente, en Sudáfrica, la cocina es el resultado de la fusión de los usos culinarios introducidos, durante la época colonial, por descendientes de afrikaner (grupo étnico de origen germánico o Latino) y british, así como por sus esclavos y sirvientes, que solían traerlos de Java o Malasia. Algunas de las delicias del despertar, en esta parte del mundo, son las rusks, unas galletas de aspecto rectangular que suelen servirse con té o café. También se desayunan tartas elaboradas con leche, como el melktert, o rebanadas de mealie-bread, un pan con maíz dulce.
En el norte del continente, lugares como Líbano, Túnez, Egipto o Marruecos son magníficos los zumos de naranja que se exprimen, desde el amanecer, en los puestos callejeros; el té con menta, los pastelitos de almendras y el pan ácimo del desierto (hecho sin levadura) que, en las mejores mesas, suele bañarse en miel.
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