Navarra, Cáceres o Doñana son, por su biodiversidad, su ubicación en el mapa o por las especies que albergan, lugares únicos para la practica del turismo ornitológico. Cada uno de ellos tiene alguna particularidad que lo hace exclusivo.
De norte a sur, de este a oeste, existen humedales y ecosistemas que invitan a distintas especies de aves a sobrevolar su espacio aéreo, creando auténticos espectáculos en el cielo y atrayendo las miradas de muchos turistas que encuentran en el turismo ornitológico una gran diversión. Hasta noviembre -cuando termina el periodo de migraciones- se pueden observar cientos de estos animales viajando por el cielo y creando un espectáculo cromático de lo más atractivo.
A 50 km de Pamplona, en el alto de Ibañeta, en el término de Roncesvalles -Navarra-, se esconde uno de esos espacios de paso obligado para los amantes del turismo ornitológico: una zona de prados pirenaicos que alberga el Centro de Migración de Aves Roncesvalles-Orreaga puesto en marcha por Gurelur -asociación navarra para la protección del medio natural-. Y para quien se pregunte qué tiene de especial este enclave, hay que decir que su particularidad reside en que constituye “el principal paso para las aves migratorias europeas”, según indica el secretario de Gurelur, Toño Munilla,y es uno de los pocos lugares en los que se puede observar su entrada a España.
Esto se debe a que esta zona es la de menor altura de la cadena pirenaica y las aves europeas tienen que atravesarla en sus dos migraciones anuales. En este contexto, el enclave constituye un espacio estratégico donde observar y estudiar estos animales “mejor que en cualquier otra zona pirenaica”.
Además, como curiosidad, el portavoz del centro comenta que, justo donde está ubicado el centro, se encuentra el punto de partida del Camino de Santiago, “motivo por el cual la zona es visitada por miles de personas cada año”. Del mismo modo, este collado es famoso por haberse librado en él la Batalla de Orreaga -año 824-, razón que atrae también a muchas personas de ambos lados de la frontera.
La estratégica ubicación de este espacio invita a observar “casi la totalidad de las aves migradoras europeas” entre las que destacan rapaces, cigüeñas, grullas, garzas, gaviotas, limícolas, palomas, zorzales y distintos pájaros de pequeño tamaño.
Además Munilla explica que, a esta riqueza de aves migradoras, hay que añadir la presencia de varias especies de gran valor ornitológico como son “el quebrantahuesos, el pico dorsiblanco y el pito negro” -especies con poblaciones muy reducidas-.
“En el término de Roncesvalles-Orreaga se observan casi la totalidad de las aves migradoras europeas”
El centro -de 200 metros cuadrados- abrió al público en 1995 y, desde entonces, ofrece a sus visitantes -de forma gratuita- una exposición sobre el fenómeno de la migración así como la posibilidad de observar a las aves migratorias en sus viajes.
En dicho observatorio -ubicado dentro de una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA)- se avistan y se estudian in situ las aves migratorias que atraviesan esta colina. Se pone a disposición de los turistas material gráfico para el reconocimiento de las aves así como elementos ópticos como prismáticos y telescopios para no perder detalle. El avistamiento se realiza en compañía de educadores ambientales que explican todo lo concerniente a esta actividad.
El punto de avistamiento se pone en marcha desde finales de agosto hasta mediados denoviembre -momento en que se cierra el proceso migratorio-.
Otra gran alternativa para la observación de aves es visitar Doñana, un humedal caracterizado por la variedad de sus ecosistemas y por atesorar una biodiversidad única en Europa. Por ello, este espacio acoge el Centro Ornitológico Francisco Bernis, gestionado por la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife).
Este paisaje es un punto clave desde el punto de vista geográfico -como cuenta el portavoz- durante varios momentos concretos como son el paso, la invernada y la reproducción de las aves migratorias de Europa y el continente africano. Esto, unido a su extensión y su buena conservación, “convierte este punto en un enclave excepcional para el avistamiento de todo tipo de aves”, tal y como explica el técnico de SEO/BirdLife en Doñana, Carlos Molina.
“Poco lugares pueden abarcar la oferta ornitológica de Doñana”
Además, la Comarca de Doñana, presenta un gran atractivo para sus visitantes porque reúne otros reclamos turísticos que, como explica Molina, incluyen una variada oferta gastronómica, distintos pueblos “con interesantes lugares para visitar”, una amplia oferta enológica; un gran número de fiestas declaradas de interés turístico y el reclamo de sol y playa.
Desde el punto de vista ornitológico, “Doñana te ofrece algo en cualquier época del año” y constituye un “reclamo absoluto para el turista”. ¿Por qué? “Porque en Europa hay pocos sitios con una biodiversidad tan alta como la que se puede observar aquí”.
Todo lo anterior provoca que, dependiendo de la época del año, se puedan observar distintas especies como anátidas y ánsares; colonias de ardeidas y moritos, así como fumareles y pagazas. De las aves más emblemáticas de Doñana cabe resaltar el águila imperial ibérica, el morito, la garcilla cangrejera, el calamón, la cerceta pardilla, la focha moruna así como el chotacabras cuellirrojo, el rabilargo ibérico o el alzacola rojizo.
“Cerca de 400 especies pueden verse cada año en Doñana”-incluyendo las exóticas y escapadas de cautividad no asilvestradas-, indica Molina. Además, señala que unas 400.000 aves invernan en este espacio a lo largo del año.
Ubicado frente a las marismas del Parque Nacional, en la aldea de El Rocío, el Centro Ornitológico Francisco Bernis ofrece la posibilidad de observar todas estas aves desde sus amplias terrazas y miradores con material óptico que el propio centro pone a disposición de los turistas. Además, el personal les informa sobre las especies y las curiosidades de la zona, entre otras cosas. La planta superior alberga una sala donde se celebran distintos cursos y exposiciones de fotografía y pintura.
“Doñana te ofrece algo en cualquier época del año y constituye un reclamo absoluto”
El técnico de SEO/BirdLife ha resaltado que se trata de una zona -también con el distintivo ZEPA- de gran extensión que ofrece espacios de una “extraordinaria biodiversidad” por todo lo anteriormente señalado. “Pocos lugares pueden abarcar semejante oferta ornitológica”, añade.
Otra de las grandes propuestas para la observación de aves se encuentra en el Parque Ornitológico de Arrocampo, un espacio ubicado en la Reserva de la Biosfera de Monfragüe y que forma parte del municipio de Saucedilla -Cáceres-.
Este espacio cuenta con un gran número de aves ya que, como se indica en la web del parque, se genera un microclima que hace de este enclave “un humedal con características excepcionales para la cría y desarrollo de aves acuáticas”.
Este ecosistema es especial porque por él pasan más de “200 especies” y porque acoge “una de las mayores colonias de buitre negro del mundo”. Otra de las grandes particularidades de la zona es que en ella se puede observar el calamón común, “el ave estrella del parque porque, junto con Doñana, es el único lugar de Europa donde puede verse”, indica una de las guías del complejo, Rocio Manzano.
Arrocampo destaca también porque “alberga, en muy poco espacio, lo que otros parques albergan en todo un territorio”.
Para exprimir al máximo la escapada, los turistas pueden, como aconseja Manzano, disfrutar de las distintas rutas de senderismo repartidas por distintos pueblos de la comarca; deleitarse con las pinturas rupestres de las cuevas o visitar alguno de loscastillos medievales de la zona.
“El calamón común es el ave estrella del parque porque, junto con Doñana, es el único lugar de Europa donde puede verse”
Volviendo al turismo ornitológico, este enclave también es el lugar elegido por la cigüeña negra -muy común en el parque- que, todos los años, emigra desde África para nidificar en Monfragüe, así como el águila imperial ibérica -rapaz en peligro de extinción con la mayor densidad de población en la península ibérica-, según se recoge en la web del complejo. Manzano enumera además otras especies comunes del lugar como el avetoro, la garza imperial, buscarla unicolor, avetorillos, cormoran grande, aguilucho lagunero, somormujo labanco, elanio azul o pechiazul, entre otras.
“Arrocampo acoge una de las mayores colonias de buitre negro del mundo”
Para disfrutar al máximo de la experiencia, se han puesto a disposición de los turistas dos rutas con un total de cinco observatorios repartidos estratégicamente por la zona que, lógicamente, cuenta también con el distintivo ZEPA.
Aunque los más concienciados con el medio ambiente -nos dice la guía- son los extranjeros, cada vez hay más personas involucradas en la defensa de la naturaleza y más interesadas por este tipo de actividades.
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